A nivel empresarial, cuando se quiere mayor productividad sin afectar el prototipo especificado, habrá que
recurrir a incorporar tecnología
robótica, recurrir a la automatización. Establecer procesos físico-químicos más complejos. Pero
también esto, de alguna manera, pondría en peligro las propiedades de los
materiales, y por ende, a los atributos de calidad. Esto no parece importar mucho
en el pensamiento industrial. En la
industria cada vez hay que producir más para más gente, más gente con poder
adquisitivo diezmado. Como resultado, muchas veces las organizaciones económicas (OE) recurren a materiales que no cumplen propiedades, baratos. Así, los atributos de calidad de
los productos se minimizan en el
proceso de transformación para cumplir requisitos técnicos.
Desde la perspectiva del consumidor es importante la calidad en el concepto de
valor agregado. Así, la OE que gradualmente, con constancia, se enfoca en
mejorar indicadores como " desperdicios", "tiempo de reprocesos", "tiempos de preparación y montaje", puede aumentar su valor agregado. En el caso de tiempo,
sobre todo, le corresponde la tarea a las OE enfocarse en las actividades que agregan valor, es decir, en aquellas que inciden directamente en la transformación del producto, a favor de los requisitos de los clientes. y reducir aquellas que sólo aumentan el tiempo de ciclo total, como pueden ser aquellas constituidas por elementos misceláneos que no agregan valor al producto.